Son unas imágenes que invitan a la reflexión de todos.
También a las personas que dirigían en el incendio, pues se nos explico que habían 250 efectivos trabajando y sin embargo, hubieron puntos controlables en los que no había nadie y otros en los que habían muy pocos y no podían solos.
Sabemos que un incendio no es una ciencia exacta, y que el viento no se puede controlar, pero pienso que desde el aire, un buen profesional que conozca el territorio puede dar instrucciones bastante precisas, de puntos accesibles y propicios para atajar con contrafuegos, en este caso el fuego paso por carreteras, pistas y en varias ocasiones, por la hierba de los márgenes que hay entre campos labrados, unos excelentes y accesibles cortafuegos.
La velocidad en que se activan los mecanismos de ataque, también es básica y en este caso tardaron en llegar.
Este año han ardido miles de hectáreas en España. Creo que las instituciones publicas tendrán que reflexionar y cambiar algunas cosas, porque es evidente que algo esta fallando.
