Esta mañana, hemos salido a dar un paseo y pese que el día no parecía invitar a ello, nos hemos dirigido hacia Peñas Albas en Calcena, uno de esos lugares que engancha, con sol y sin él.
Esta vez, las nubes bailaban contentas entre las rocas, como un velo mágico que las cubría y las mostraba, en un paisaje cambiante y precioso de contemplar.
Cuando hace sol, los buitres revolotean por estas cumbres jugando con las corrientes de aire, y si estás cerca, se puede escuchar el sonido del viento al pasar entre sus plumas.
Estas rocas tienen formas caprichosas y cuando estás a sus pies son muy altas.
Tras la niebla, las peñas escondidas, a ratos sí y a ratos no.
Bajo estas rocas hay antiguos cerrados de ganado llenos de historias.
Me encanta pasear y contemplar de cerca toda la Sierra del Moncayo, es preciosa....!